Mick Collins es uno de los primeros músicos que fusiona el Garage Rock característico de su Detroit natal con ritmos y arreglos de Blues, al frente de la banda de culto de los ´80s: The Gories. Los Gories se separan a principios de los `90s y Collins, lejos de sentarse en los laureles y retirarse como un dios del rock, vuelve a empuñar la guitarra y lleva esta fórmula al extremo. Para ello funda a The Dirtbombs y lo integra con doble batería y doble bajo. Este disco, el 5to y último larga duración de la banda, suena de putísima madre.
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